“La civilización actual, ha cortado de cuajo las raíces esenciales que constituyeron la humanidad”.
Abuela Bernadette, Gabón, África
Estas raíces, dicen las abuelas, son las que penetran profundamente en el universo sagrado, ámbito del espíritu; donde las energías femeninas y masculinas se encuentran en armonía y en perfecto equilibrio. Allí se revela la unidad y la conexión como aspectos inherentes a todos los seres sintientes.
Nuestro mundo actual suprime severamente el poder de lo femenino, la más potente, amorosa y creativa de las fuerzas de la Tierra; y el desequilibrio entre ambas energías, provoca sufrimiento y dolor. Debemos por ello recordar, que el poder femenino, el que sostiene la Tierra y a sus moradores, es sumamente esencial para la armonía y re-equilibrio del planeta y la humanidad. Recordar la Divina Femenina…
Las mujeres guardan en lo más profundo de cada célula de su ser, el antiguo conocimiento de la Divinidad, aseguran las abuelas. Como sus cuerpos están sujetos a los grandes ciclos de la Luna y de las Estrellas, la sabiduría de las mujeres está conectada con los mismísimos cielos…“Recordad, dicen las abuelas, que las mujeres hemos sido bendecidas. Somos infinitamente sabias, creadoras y hacedoras de vida, las portadoras de las semillas de la Tierra. Por eso debemos de ser fuertes y caminar con nuestro poder y nuestro conocimiento innato…”.

Solo cuando, hombres y mujeres pongan en movimiento esta inmensa fuerza transformadora y femenina, de amor incondicional que llevan dentro, se producirá el cambio y una gran curación.
Las abuelas cuentan que según nuestra devoción espiritual o religiosa, o nuestra cultura; la divina femenina puede aparecer ante nosotros como Shakti, la Virgen de Guadalupe, la Santa Virgen María. Puede manifestarse como Tara, Quan Yin o al encarnación de todo lo que es sagrado en esta Tierra. También puede entrar en nuestros cuerpos a través de la comunión con plantas medicinales, prácticas ancestrales de alimento al alma y transformación. “Nos encontramos con ella al meditar, al orar, cuando observamos a la persona que nos acompaña, a los niños que amamos y cuando miramos con los ojos del corazón hacia nuestro interior…y otros la encuentran a través de nosotras”.
La Voz de las Trece Abuelas. Ancianas Indígenas aconsejan al Mundo.
Carol Schaefer